A través de un comunicado, ADU deja constancia de su posición respecto de la Asamblea Universitaria que se realizará el próximo miércoles 12.

Desde la Asociación de Docentes de la Universidad Nacional de La Pampa (ADU UNLPam), expresamos nuestra preocupación frente a la convocatoria por parte del Rectorado a la Asamblea Universitaria para este miércoles 12 de abril de 2023. Causa intranquilidad, en primer lugar, la premura con la que se comunicó la reunión: 48 horas hábiles antes de su realización, lo que cristaliza que es fruto de acuerdos políticos entre un conjunto reducido de actores y no el resultado de consensos con amplios sectores de la comunidad universitaria. Más aún, se vuelve sugestivo el carácter exprés e inconsulto del llamado si se considera la trascendencia que tiene esta Asamblea, luego de permanecer 22 años sin sesionar.

En segundo lugar, y relacionado con la modalidad con que se resolvió la reunión del órgano máximo de gobierno y de representación política de la Universidad, inquieta la definición del temario, que establece jerarquías y urgencias en las demandas de manera arbitraria. De este modo, se instituye como urgente la creación de la Facultad de Ciencias de la Salud y se deja postergada la ciudadanía política preuniversitaria que es una reivindicación histórica sostenida por la docencia, bajo la promesa de que se seguirá estudiando su concreción.
 
Por último, desde nuestra Asociación nos mostramos en alerta frente a la creación de una nueva unidad académica, hecho que parece motivar exclusivamente la Asamblea, en un contexto de profundas restricciones presupuestarias, institucionales y laborales para las facultades y carreras ya existentes. En relación con esto, no podemos soslayar que la docencia universitaria y preuniversitaria de la UNLPam -en conjunto con la de otras 31 universidades- viene llevando a cabo un plan de lucha en rechazo al atraso salarial y pérdida del poder adquisitivo. Malestar que se agrava en tanto el deterioro de nuestros haberes y de las condiciones de trabajo coexisten en el presente con las crecientes demandas y exigencias que se imponen a nuestra tarea, en un contexto de progresiva profesionalización académica y donde la enseñanza se ve interpelada por el horizonte de inclusión educativa. Por tal motivo, compartimos con la comunidad educativa nuestra opinión y esperamos que en pos de la democracia, participación y defensa de una educación pública de calidad, por la que nuestra Universidad ha bregado durante más de 50 años, sean escuchados todos los sectores que forman parte de esta comunidad y sean atendidos sus derechos y reclamos.
 
Comisión Directiva.